PICASSO: PERIODO DE OLGA
14.08.2019 12:04PABLO PICASSO
Olga Khokhlova fue la primera esposa de Pablo Picasso, en 1917, y se convirtió en la modelo predilecta del artista y en la figura femenina que más representó desde ese instante.
En 1917 Picasso conoció a Olga, una bailarina de ballet, y desde ese momento se convirtió en la modelo por excelencia de su periodo clásico. De vuelta a un estilo más figurativo, a menudo Olga es representada como melancólica, sentada, leyendo o escribiendo -sin duda aludiendo a la correspondencia que ella mantenía con su familia, que vivía un momento trágico en la historia del imperio ruso-. Después del nacimiento de Paul, el primer hijo de la pareja, el 4 de febrero de 1921, Olga se convierte en la figura inspiradora de numerosas escenas de maternidad y composiciones que transmiten una ternura inédita. Sin embargo, más adelante, en 1927, a raíz del encuentro de Picasso con una joven mujer, Marie-Thérèse Walter, que se convertiría en su amante, la representación de Olga se transformó: su imagen se rompió con expresión violenta, transmitiendo la naturaleza de la profunda crisis de la pareja.
La muestra, compuesta por una importante selección de archivos personales de Olga Khokhlova y por obras de Pablo Picasso, pone en perspectiva el "período Olga" de Picasso y lo contextualiza con la historia personal de la pareja. En la exposición también se plantea y se analiza la transformación de la representación de la figura de Olga en la obra del artista después de la relación que mantuvieron.
Pablo Picasso, Figures au bord de la mer, 1931, Óleo sobre tela
Si bien Olga Khokhlova estuvo omnipresente en los retratos del periodo clásico y que su rostro desapareció poco a poco de la pintura de Pablo Picasso, ella continuó estando presente en la obra de su marido después de 1925. Su imagen idealizada y melancólica dejó paso a unas representaciones femeninas con unas deformaciones radicales, a menudo tomadas de actitudes violentas o agresivas. La figura de Olga se transformó en la de una mujer amenazante, monstruosa, con una nariz puntiaguda como un puñal, mostrando todos los dientes.
En algunos de los lienzos y dibujos, cubre incluso el autorretrato de perfil de Picasso, manifestando así la influencia que aún ejercía en el hombre y en el artista. El Beso de 1931, por ejemplo, que reúne una figura con los ojos cerrados, abandonada, y un personaje con una mirada que se desvía, es el símbolo del declive y de la ambigüedad de esta relación amorosa que canibalizaba los vínculos de la pareja.
Pablo Picasso, Olga pensativa, 1979, Pastel y lapiz negro sobre papel
Pablo Picasso, Femme au chapeau à la plume assise dans un fauteuil, 1919
Texto del blog sacado de: https://caixaforum.es/es/madrid/fichaexposicion?entryId=948105
Los comentarios anteriores han sido sacados de la página de Caixa Forum como introducción al contexto de la relación de la primera esposa de Picasso con el artista y su posterior deterioro.
Hay que destacar que es una interesante exposición de las obras de Picasso pertenecientes a este periodo en el que Olga marca fuertemente su creatividad como su principal musa. Con el nacimiento de su hijo, este también marcará su creatividad y estará presente en muchas de sus obras. En la exposición, además de cuadros se pueden ver cientos de fotografías de la época, algún video del propio pintor y decenas de bocetos de las obras del artista.
Picasso es Picasso, y nos puede gustar más o menos, pero la exposición deja claro el trabajo prolífico del artista y su asombrosa creatividad, marcada siempre por los estados de ánimo por los que una persona (en este caso el propio artista) pueden pasar y su reflejo en su obra.
Exposición muy recomendable para disfrutar de la historia y la pintura.